La Real Academia Española define ergonomía como “Estudio de la adaptación de las máquinas, muebles y utensilios a la persona que los emplea habitualmente, para lograr una mayor comodidad y eficacia”.
Cuando hablamos de ergonomía en el trabajo, lo estamos haciendo de todos los conocimientos basados en estudios científicos empleados para mejorar sistemas, productos y ambientes que se adapten a las capacidades y limitaciones físicas y mentales de cada trabajador (Enlace echamos de menos ir a la oficina).
Si tras la jornada laboral sientes molestias musculares, cansancio, dolor de cabeza, etc… quizás deberías plantearte si tu espacio de trabajo es ergonómico, pero ¿Qué deberíamos de tener en cuenta?
Mobiliario
En la actualidad pasamos la mayor parte de la jornada laboral sentados, por este motivo una silla adecuada podría ser nuestra mejor aliada para prevenir dolores de espalda o cuello derivados de una mala postura. Este tipo de sillas disponen de todo tipo de ajustes en el respaldo, reposa brazos etc… y se adaptan a las necesidades de cada usuario.
El escritorio, aunque no podamos considerarle un mueble ergonómico, resulta otra pieza fundamental. Es importante contar con un amplio tablero, que permita colocar el ordenador de frente y que deje espacio para poder tomar notas o realizar otras tareas de manera cómoda.
Un mueble auxiliar de almacenaje te permitirá configurar tu espacio de trabajo y tener a mano toda clase de documentos sin tener que realizar movimientos bruscos o cambiar de postura.
Postura
Si disponemos de un mobiliario adecuado, pero descuidamos nuestra postura, estaríamos desperdiciando estos recursos. Para evitar lesiones es importante mantener la cabeza en alto, mirar al frente la mayor parte del tiempo, colocar el monitor a un brazo de distancia aproximadamente, mantener las manos alineadas con el antebrazo y colocar la espalda recta con los pies firmemente apoyados.
Iluminación
La luz es uno de los elementos más importantes, pues de no ser adecuada, puede provocar problemas como fatiga visual, migrañas, etc.…
El tipo de luz debe ser fría producida por LEDs y provenir de arriba, debemos evitar trabajar a contraluz, así como con luz natural escasa o demasiado abundante.
Podemos considerar que contamos con una buena iluminación cuando esta ronda los 300 lux (lúmenes) aproximadamente.
Si crees que tu oficina no cumple con alguno de estos requisitos, llámanos o visita nuestra web, estamos seguros de que podemos ayudarte.