Hay que en tener en cuenta muchos factores a la hora de elegir un nuevo espacio de trabajo, no obstante, hay dos que resultan ser claves y son ubicación y servicios.
Tomar una mala decisión en cualquier de estos dos aspectos puede traducirse en falta de productividad, pérdida de talento, etc.
¿Por qué es tan importante la ubicación?
Una buena ubicación puede ayudarnos a posicionar nuestro negocio y darle visibilidad, además de aumentar la productividad de nuestros trabajadores o fomentar las relaciones comerciales.
Es importante tener en cuenta dónde residen la mayoría de nuestros trabajadores, facilitando llegar a su puesto de trabajo y disminuyendo el tiempo que dedican a desplazamientos, de esta forma conseguiremos una plantilla más motivada. La motivación está estrechamente ligada al trato que reciben los clientes y a la productividad.
En la actualidad los trabajadores valoran muy positivamente realizar trayectos cortos para desplazarse a su puesto de trabajo, según varias encuestas, tendría casi la misma importancia que el salario.
Si tenemos que recibir visitas de clientes, resulta fundamental buscar una oficina preferiblemente céntrica y bien comunicada tanto por transporte público como privado. De esta manera podremos incentivar reuniones y prevenir contratiempos.
Ligado a ubicación estarían los servicios que ofrece la zona. Valorar el perfil de nuestros trabajadores puede darnos una idea de qué tipo de servicios necesitan. Guarderías o colegios cercanos fomentan la conciliación de la vida familiar y laboral.
Si recibimos visitas del extranjero resulta interesante contar con servicios de alojamiento cercanos que faciliten la recepción de clientes, así como compañeros de otras sedes.
En definitiva, estudiar qué servicios demandan nuestros trabajadores, cual es nuestra forma de trabajar y con quien lo hacemos, de dónde vienen nuestros clientes nos ayudará a realizar un mapa de la zona idónea para nosotros.
Si estás pensando en cambiar de ubicación, contáctanos, tenemos más de 1.000 oficinas esperándote.