El otro día, navegando por internet, encontramos un dibujo muy ilustrativo. El dibujo representaba a cuatro personas en una barca. La barca tenía un agujero en proa y dos de los hombres, allí situados, se esforzaban por achicar el agua. Mientras tanto, en popa, otros dos marineros contemplaban la escena y se congratulaban de que el agujero no estuviera en su extremo de la barca sin advertir que, cuando achicar el agua se hiciera imposible, los cuatro se hundirían.
Este es el sentido primero de la Responsabilidad Social Corporativa. Sin conciencia de que somos una sociedad y de que estamos interconectados, no habrá progreso y acabaremos hundiéndonos. Es importante aportar y crear sinergias simplemente, porque somos un todo dependiente los unos de los otros. La economía, los negocios, la evolución…, es un cúmulo de interconexiones y, como hemos podido comprobar en la pandemia, todos ponemos en marcha el motor y, cuando una sola de las piezas se ralentiza o se para, el resto hace lo propio. En Adventum creemos que como empresa no somos un ente independiente del resto, si no que somos responsables de nuestro entorno, y queremos que este sea positivo no sólo para nosotros, si no también para nuestros clientes y el resto de la sociedad.
Según el INE, el 26,4% de la población se encuentra en riesgo de exclusión social. Es una cifra escalofriante. Nosotros solos no podemos acabar con esta realidad, pero sí que podemos acercarnos a ella e intentar aportar nuestro granito de arena. Por esto, el pasado día 21 de octubre nos acercamos a la Casa de las Hermanitas de la Caridad en General Martínez Campos. Son nuestras vecinas en Chamberí y, para los que no lo sepáis, son el único comedor social que permaneció abierto durante los momentos más crueles de la pandemia en Madrid. Esta circunstancia hizo que, durante esos meses, doblaran el número de comidas y las previsiones asistenciales. Cuando llegas allí, te llenas de humildad. La hermana Josefa, que lo dirige, está entregada a su misión con un carisma y una alegría que no son de este mundo. Su labor no es sólo la de comedor social. También tienen un centro de día, un centro de acogida, pisos de reinserción y pisos de apoyo social. Por si tenéis curiosidad os dejamos el siguiente enlace.
Les preguntamos qué les hacía falta para poder atender a las familias que acuden a ellas y nos dieron un listado de productos básicos para que pudiéramos colaborar. Nos agendamos en horario de oficina un tiempo para ir juntos al supermercado y, en la medida de nuestras posibilidades, hemos procurado llenar los carros con aquello que les es más imprescindible. Ahora que se acerca la Navidad es un buen momento para reflexionar sobre cómo celebrarla y sobre si es posible dedicar parte de nuestro tiempo y recursos a restarlo de nuestro beneficio y a colaborar con una causa tan altruista como esta.
La responsabilidad social corporativa no es patrimonio de las grandes corporaciones. Las Pymes que tenemos la suerte de estar muchas veces más en contacto con nuestros empleados y clientes podemos hacer mucho tanto en interno (en nuestra propia organización) como en externo. El camino se hace andando y cada paso cuenta. Desde Adventum os animamos a conocer más acerca de nuestras iniciativas para crear un sentimiento de sociedad y os damos las gracias por confiar en nosotros y ayudarnos a poder avanzar.